Debido a las crecientes tensiones comerciales entre EE. UU. y China, Tesla ha suspendido los pedidos de los dos modelos más caros, S y X, en su sitio web chino. La decisión se produce como resultado de los drásticos aumentos de aranceles iniciados por EE. UU. bajo Trump, a los que Pekín respondió con contramedidas arancelarias.
Antecedentes de la disputa arancelaria
El presidente de EE. UU., Donald Trump, había aumentado los aranceles de importación sobre productos chinos hasta un 145%, tras lo cual China respondió con un arancel del 125%. Estas contramedidas también afectan a Tesla, aunque los modelos S y X representan solo una pequeña parte de las ventas totales en China. Según los investigadores de mercado, el año pasado se vendieron en China solo alrededor de 2,000 vehículos de estos modelos de alta gama, mientras que los modelos 3 y Y producidos localmente en Shanghái vendieron más de 660,000 unidades.
Impactos y reacciones
La suspensión de pedidos para los modelos S y X subraya los desafíos que enfrentan los fabricantes de automóviles internacionales en la actual disputa arancelaria. Para Tesla, la disputa arancelaria afecta principalmente al segmento de alta gama más prestigioso, que aunque es más lucrativo, también es más susceptible a los riesgos geopolíticos. Paralelamente a estos desarrollos, nubes oscuras también se ciernen sobre la planta europea: en la fábrica de Berlín se ha anunciado una reducción de personal que afectará a menos de 3,000 empleados.
Medios estadounidenses informan que Elon Musk intentó persuadir a Trump el pasado fin de semana para que adoptara un enfoque más moderado con respecto a los aranceles de importación, un esfuerzo que hasta ahora ha tenido solo un efecto parcial. Los conflictos arancelarios en curso generan incertidumbre en el negocio internacional y podrían tener efectos a largo plazo en la estrategia global de Tesla.
Conclusión
Con la suspensión de pedidos de los modelos S y X en China, Tesla responde a las difíciles condiciones que han surgido debido a la continua disputa arancelaria. Aunque estos modelos representan solo una pequeña parte de las ventas en China, esta medida subraya los riesgos geopolíticos a los que incluso los principales fabricantes de vehículos eléctricos están expuestos. Queda por ver cómo el desarrollo futuro del conflicto comercial afectará la estrategia global de Tesla y sus ventas.