Elon Musk es conocido por sus tuits extravagantes y sus declaraciones provocadoras. Pero ahora el Tesla-CEO parece tener un problema muy real: sus tazas de café. Sí, has leído bien. En la Gigafactoría de Tesla cerca de Berlín, han desaparecido alrededor de 65.000 tazas de café, y Musk realmente ya no tiene todas sus tazas en el armario.
En octubre de 2023, Musk dijo en un acalorado debate en alemán: "Se te ha ido la olla". Nueve meses después, este dicho se aplica ahora literalmente a su propia empresa. En una reunión de trabajo, el director de la planta, Andre Thierig, subrayó la magnitud del problema: "¡65.000! Estadísticamente hablando, cada uno de ustedes ya tiene cinco tazas de café Ikea en casa", se lamentó Thierig.
Las tazas desaparecidas y el dilema de los cubiertos
La reacción del personal estuvo dividida. Algunos rieron y aplaudieron, otros se mostraron menos entusiastas ante la acusación implícita de robo. Thierig llegó a quejarse: "Estoy muy cansado de aprobar pedidos para comprar más tazas de café". Debido a la desaparición masiva de tazas Tesla ahora decidieron dejar de poner cubiertos en las salas de descanso. "Porque probablemente en un futuro próximo nos convertiríamos en compradores a granel de cuchillos y tenedores", continúa Thierig.
Graves problemas tras las preocupaciones culinarias
Pero mientras la gente discute por las tazas de café que faltan, en Grünheide también hay problemas más serios. A pesar de la ampliación recientemente aprobada de la planta Tesla numerosos despidos. La demanda de coches eléctricos en Alemania ha caído y crece la competencia de modelos más baratos procedentes de China. En un principio, los despidos iban a afectar al diez por ciento de la plantilla, pero se han limitado al cuatro por ciento. Uwe Fischer, Presidente del Comité de Personal del Comité de Empresa, informó de que se había presionado a los empleados para que aceptaran las ofertas de despido en el marco del programa de bajas voluntarias.
Conclusiones
En medio de estos retos, cabe pensar que Tesla debería ser una preocupación mayor que la desaparición de tazas de café. Pero quizá la clave de un entorno laboral más armonioso esté en resolver la puerta de Tassla. Quién sabe, quizá la búsqueda de las tazas desaparecidas se convierta en la próxima gran misión de Elon Musk. Hasta entonces, todo lo que podemos hacer es disfrutar de los irónicos giros de esta historia y esperar con la respiración contenida a ver cómo Tesla dominará tanto los pequeños como los grandes retos.