La votación fue sorprendentemente clara. Once representantes municipales votaron a favor del plan de desarrollo, seis en contra y dos se abstuvieron. Se celebró una votación nominal a petición de la AfD. En el último minuto, el plan de urbanización se endureció a petición de la alianza ciudadana: el bosque que queda en el emplazamiento de la futura estación de tren debe permanecer en la zona de conservación del paisaje y seguir siendo propiedad de la organización forestal estatal.
Los Votantes Libres habían presentado esta moción para proteger el bosque de una mayor deforestación y poner fin a las tácticas de "salami-slicing" de Tesla para impedirlo. La reunión demostró una vez más lo profundas que son las divisiones en Grünheide con respecto a la Tesla-fábrica. Muchos periodistas denunciaron un ambiente tenso y agresivos abucheos. Algunos representantes de la comunidad se quejaron del ambiente amenazador.
El día de la decisión en Grünheide hubo protestas, que fueron aseguradas por la policía. A diferencia de acontecimientos anteriores, siguió siendo pacífica. Tesla había reducido previamente sus planes de expansión para incluir zonas logísticas y una guardería. En lugar de las 100 hectáreas previstas inicialmente, ahora se talarán 50 hectáreas de bosque y se conservarán 70 hectáreas.